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jueves, 8 de enero de 2015

El día que casi maté al egipcio...

Si, el título de la entrada es una confesión en toda regla. Ya se que me la juego, pero así y todo os lo tengo que contar...
Ya sabéis que mi pareja es egipcio y como tal cumple con una serie de "peculiaridades" que a veces le dan encanto y me hacen feliz... y otras veces simplemente me dan ganas de matarlo.

Justo antes de empezar   las vacaciones navideñas nuestro pc-patata de más de doce años murió entre estertores, que por suerte me permitieron copiar todas las fotos familiares y demás documentos importantes en él guardados.

El caso es que fuimos a la tienda y compramos un bonito portatil, que ya era hora el otro era de sobremesa, menudo coñazo, y por unos 370€ nos llevamos a casa el nuevo ordenador.
Aún estábamos aprendiendo a trastearlo y estrenarlo cuando apenas una semana después el egipcio se sentó cómodo en la mesa del salón con el portatil abierto y encendido viendo las últimas noticias que llegaban desde el país del Nilo con una copa de cava a su lado relajadamente. Y sin saber casi cómo, todo el cava terminó encima del teclado del portatil...
El salto que pegó sólo es comparable a la cara de susto que puso, se quedó blanco como la cera... y éso en un egipcio es toda una proeza!!

Eso si, el grito que le di yo... ¡Te maaaaaaatooooooo!!!
Ya puedes rezar tooodo lo que sepas para que no se haya estropeado el portatiiiiiil!!!
Os juro que en ese momento le hubiera matado, y estaría justificado.

Mi egipcio, como buen egipcio actual, no es capaz de conservar nada en perfecto estado. Si entráis a una casa egipcia de clase media os encontrareis con puertas desvencijadas, desconchones, máquinas medio rotas, muñecas decapitadas... Simplemente no son capaces de tener un mínimo de cuidado y mantenimiento de los objetos cotidianos que les rodean.

(Así es una calle egipcia alejada del turismo... imaginaros su interior...)

Veréis que estaba justificada porque ya se había cargado su móvil, se cayó y rompió la pantalla táctil, dos cargadores del tablet, el propio tablet que va de cualquier manera con sólo año y medio de vida, un cargador del móvil.... Para matarlo, o no?

El trabajo fue para sacar todo el cava del interior del portatil y secarlo. El pobre empezó a dar muestras de locura inminente así que lo apagamos, retiramos la batería y lo dejamos secar toda una noche  hacia abajo... al día siguiente al técnico y por suerte sólo le han tenido que hacer una pequeña limpieza que nos ha costado 18€ así que dentro de lo malo...

Ya veremos cuánto aguanta lo demás!!!!

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