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miércoles, 5 de abril de 2017

El día que mi ginecólogo me llamó coneja!!!


Bueno, después de varios años de pensar y dar muchas vueltas al tema, nos decidimos a tener un segundo hijo.

Empecé a sacar mis cuentas... lo que era seguro es que este segundo bebé tenía que nacer o justo antes de las vacaciones escolares de verano, o justo después. El motivo, simplemente, es que si cojo la baja por maternidad durante mis vacaciones de verano sólo me respetan uno de los dos meses que me corresponden!! y claro, con la baja maternal tan ridícula que tenemos en España... como para perder derechos estamos!!!
 Así pues, según mis cuentas, para ir bien de tiempo (ya se sabe que es difícil quedarse embarazada a la primera, o que puedes sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre con cierta frecuencia) nos teníamos que poner a la tarea a partir de diciembre y tomando como fecha tope para el embarazo el mes de marzo.

Me descargué una de esas aplicaciones de móvil para tener más probabilidades.
Teniendo en cuenta que servidora tiene unos periodos matemáticos desde pequeña, ni esperé a que se me regularan después de terminar con la píldora anticonceptiva, así que dicho y hecho!! Nos pusimos al tema.
Por mucho que digan los expertos que no es posible sentir síntomas del embarazo antes de pasar varias semanas... yo los tuve enseguida.
Dolor de lumbares, dolor de ingles, hinchazón... y todo eso a las 48 horas de ovular según mi aplicación de móvil!! 
Tenía claro que estaba embarazada y así se lo dije al egipcio que me tomó por loca o segura de padecer un embarazo psicológico.
Yo seguía convencida de que ya estaba embarazada, así que compré un test en la farmacia que dio negativo... claro, con el consiguiente cachondeo por parte del egipcio.
Le recordé que durante las primera semanas el test puede salir negativo por la escasa cantidad de hormonas en sangre, así que me esperé una semana más y volví a comprar otro test de embarazo.
Esta vez esperé hasta la primera hora de la mañana para hacerme el test, ya que es más fácil que haya presencia de hormonas del embarazo tras retener la orina toda la noche (aunque yo ya no aguantaba la noche entera sin levantarme a hacer pis!!)
Y claro, éste sí que salió positivo!! Ahora el cachondeo fue mío hacia el egipcio, que aún no se lo creía!!

Ahí mismo pedí cita para mi ginecólogo y me dio para las seis semanas de embarazo para escuchar el latido fetal.


Una vez en la consulta, al rellenar los datos de mi ficha vio que mi anterior embarazo constaba de hacía ya seis años.
Nos llamó valientes por ir a buscar un segundo hijo en estos tiempos que corren y tras varios chistes y chascarrillos me preguntó la edad; 39 años...
Su respuesta fue la bomba!!
Qué dices!!! 39 años y te quedas embarazada a la primera?
Hostias, qué conejos sois!!!

Claro, ahí me dio un ataque de risa...
La verdad es que no me quejo para nada!!!
Tengo amigas y compañeras que han pasado un auténtico calvario para poder tener familia y no se lo deseo ni al peor de mis enemigos!!!
La verdad es que en mi familia somos bastante prolíficos, o como dice mi hermana, sacuden unos calzoncillos en la misma habitación y ya nos quedamos embarazadas!!
 Escuchamos el latido y vimos a nuestro pequeño "gusanito" ya que eso es lo que parece y el doctor me confirmó que estoy embarazada de seis semanas y un día!! 
Lo midió, calculó el ritmo del latido fetal, 120 por minuto, y nos confirmó que todas las medidas eran normales.



A la salida de la consulta, y felices como perdices, al egipcio sólo se le ocurrió comentar que menos mal que en estos seis años yo había estado tomando la píldora, porque si no, a estas horas, seguro que ya teníamos familia numerosa!!



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