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miércoles, 29 de octubre de 2014

Simulacro, 23 pequeños monstruos cuellicortos... y una maestra al borde de un ataque de nervios!!!

Ayer mismo estando tan felices en medio de la clase de mates, de repente la sirena empezó a sonar sin parar... qué puñetas está pasando??
Mierda!!! el simulacro de incendios!!!
Teniendo en cuenta que ya lo hemos ensayado con los peques de primero de primaria, que son nuevos en el centro porque el centro de infantil está en la otra punta de la localidad... éso da para otra entrada, que lo sepáis...
La ingenua seño, es decir yo, piensa que todo está atado y bien atado...
IGNORANTE!!! 
Justo cuando empiezo a bajar persianas ayudada por los encargados del día mientras grito a voz en cuello por encima del estridente sonido de la sirena que es el simulacro que ya sabemos qué hay que hacer... por el rabillo del ojo veo a dos despistados con el abrigo puesto y en la fila de salir a casa mientras el resto de sus compañeros guardan fila en orden al otro lado de la clase para salir... se puede estar más empanado??... pero éso no es todo, al momento me encuentro con otro de los pequeños monstruos cuellicortos recogiendo tranquilamente su mesa y guardando el estuche en su casillero. Maaaaadre del Amoooooor Hermosooooooo!!! (Aquí ya la vena del cuello de la sufrida seño, vamos yo mismamente, está a puntito de reventar) 
Consigo colocar a todos en la fila correcta, les abro la puerta y les pido que salgan en orden, vuelvo a cerrar la otra puerta y apagar las luces y me encuentro a la fila parada en medio del pasillo...
Pero qué hacéis aquí paradoooooos??? seguid a la fila de delanteeeeeeee!!!
Hay que salir lo más rápido posibleeeeeee!!!!
por fin la fila se empieza a mover y mientras reviso la clase de al lado (es lo que tiene ser la última del pasillo, me toca revisar que no quede nadie y que todo está bien apagado y cerrado).
Salgo a buscar mi fila otra vez... y aún están empezando a bajar la escalera de incendios... pero qué pasa aquí??
Uno de los pequeños monstruos cuellicortos está bajando la escalera como las abuelas de mi pueblo, es decir, de medio lado y escalón a escalón.
Pero daros prisaaaaa que me quemo el cuuuulooooo!!! 
Claro, ahí se me despiporraron de la risa los pequeños monstruitos jeje. 
AAARRRGGG!!!
Por fin salimos fuera al patio de recreo donde deben colocarse en fila para hacer el "recuento de ovejitas" que le llamo yo y mientras voy cerrando a nuestro paso las puertas de emergencias.
Una de las compañeras ha "perdido a su rebaño" que desmadrados se están dedicando a trepar a la montañita que tenemos en nuestro recreo y claro... a dónde van mis ovejitas descarriadas?? 
Pues a la montaña!! está claro!!
VOLVEEEED AAAQUIIIIIII!!! A LA FILAAAAAAA!!!
Me miran con cara de pensar, esta pirada qué puñetas dice??

Ya con la voz quebrada consigo juntar al rebaño para el recuento... pero ahí no acaba la cosa, no!!
22!!
Coño!! somos 23 y dos se han ido con mi compañera, la logopeda... voy a contar otra vez...
22!! mierda!!........ se habrá ido sólo uno??
Bueno, vamos a clase que estamos a punto de salir a comer y no nos da tiempo de nada...
Una vez en clase y después del sermón de la pesada de la seño y de aguantar ser castigados un día sin recreo por desobedientes, desastrados y no se cuantas cosas más...
TOC, TOC, TOC...
Llaman a la puerta... es  la logopeda que viene a buscar a su prófugo...
NIÑOOOOOOOO!!! no estabas tu en clase con otra seño??
Es que... he visto la fila de la clase y a la seño gritando que a la fila y yo... 
SSStupendo... para uno que me hace caso...
En fin, lo dicho, si esto no fuera vocacional...


Así me siento yo a veces en el cole...

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